presenta como un enfoque crucial para garantizar una atención integral y holística para estos
pacientes.
La pandemia de COVID-19 ha generado una amplia preocupación mundial debido a sus
efectos devastadores en la salud de las personas. A medida que los pacientes se recuperan de
esta enfermedad, surge una nueva preocupación: las secuelas persistentes que afectan su
bienestar a largo plazo. Entre estas secuelas, se ha observado que muchos pacientes post
COVID-19 experimentan impactos significativos en su estado nutricional y bienestar
general. Esta situación plantea la necesidad de comprender y abordar los desafíos
nutricionales específicos que enfrentan estas personas para promover una recuperación
completa y mejorar su calidad de vida.
Los pacientes que han superado la fase aguda de la enfermedad a menudo enfrentan diversas
complicaciones, como pérdida de apetito, disminución del gusto y del olfato, así como fatiga
persistente. Estos síntomas pueden dificultar la ingesta adecuada de alimentos, lo que
conduce a deficiencias nutricionales y debilitamiento del sistema inmunológico. Por ende, es
crucial abordar estos problemas nutricionales para ayudar a estos pacientes a recuperar su
fuerza y vitalidad. (Omorogieva, 2021).
Además, se ha observado que algunos pacientes post COVID-19 desarrollan trastornos
gastrointestinales y dificultades en la absorción de nutrientes, lo que agrava aún más su estado
nutricional. Estos problemas pueden desencadenar deficiencias de vitaminas y minerales,
lo que impacta negativamente en la salud general y prolonga la recuperación. Por lo tanto,
comprender la influencia de la enfermedad en la absorción y metabolismo de nutrientes es
esencial para diseñar estrategias nutricionales efectivas.
El abordaje nutricional en pacientes post COVID-19 no solo se limita a la ingesta de
alimentos, sino que también implica la necesidad de evaluar y ajustar las dietas para satisfacer
las necesidades específicas de cada individuo. Es crucial diseñar planes de alimentación
adaptados a las condiciones clínicas de estos pacientes, considerando la tolerancia digestiva,
el estado nutricional previo y las posibles interacciones con medicamentos utilizados durante
el tratamiento de la enfermedad. (Thibault, 2021).